Impacto de nuevas tecnologías en el agro

Aviones no tripulados vuelan a 800 metros y toman fotografías. Foto: Archivo El País

Tecnologías cada vez más avanzadas están siendo usadas en el sector agropecuario nacional. Estas permiten tener costos menores, lograr mayores rendimientos y una precisión más elevada, entre otras ventajas.

Una de las más novedades más destacadas es la introducción de "aviones Drone UAV" usados a nivel agrícola. Estas son aeronaves no tripuladas, que vuelan a unos 800 metros del piso y que, equipadas con modernas cámaras, permiten tomar fotografías de los suelos.

Luego, analizando la información recabada, dan la posibilidad de caracterizar las zonas, y saber la profundidad de los suelos, los nutrientes con los que estos cuentan, y así poder tomar las medidas correspondientes para lograr mejores rendimientos, explicó el presidente de la empresa Agronegocios del Plata (ADP), Marcos Gigou.

Dicha compañía es la única en el sector que cuenta con esta tecnología, ya que posee dos de estas aeronaves. Ellas tienen un costo de US$ 60.000 por unidad, solo contando el aeroplano, pero que si se le suma el resto del equipamiento, su valor asciende a US$ 100.000 por unidad.

"El avión es usado básicamente para agricultura de secano, mide la productividad por hectárea y la biomasa, entre otras cosas. Posee una precisión muy importante. Hace dos años que los usamos y los resultados han sido excelentes", afirmó el titular de ADP.

Este explicó que la tecnología de los mismos es muy avanzada, y que si bien son de origen argentino, la cámara es japonesa y la computadora es la misma usada en los F16.

"Si bien son muy interesantes y útiles, son solo la punta del iceberg. En el sector agropecuario la tecnología que se emplea es cada vez mayor, y lo más importante es que está casi todo por hacerse y aplicarse para tener mejores resultados en el futuro", manifestó el empresario.

Riego de punta.

En otro de los terrenos donde existe un gran avance en lo que hace a la aplicación de nuevas tecnologías, es en el riego y el acceso al agua, recurso considerado vital para incrementar los rendimientos.

Una de las principales novedades pasa por el uso de bebederos para ganado, conocidos como "mini potreros" los que se ubican cada cuatro a seis hectáreas en ganadería, y cada media hectárea en lechería.

"Estos son fijos o móviles. Para ellos, se usa una serie de elementos que antes no existían, por un lado tubos, de nombre Acquedotto, los que poseen conexiones especiales, que evitan pérdidas, a diferencia de lo que ocurría antes, donde los mismos se interconectaban con cemento o alambres. Ello permite trabajar con una presión mucho más importante, accediendo al agua de mayor forma, en menos tiempo y a un costo más bajo", explicó Luis Contin, director de Gianni,

Los aspersores móviles son otro de los nuevos elementos que se han introducido. Ellos permiten no solo moverlos de un lado al otro del campo, enganchándolos (el largo de la línea de aspersores va de 10 a 225 metros) en un cuatriciclo o un tractor. Estos además brindan la posibilidad de regular la presión del agua que riegan, logrando que todos los aspersores que integran una misma línea, sin importar desniveles del terreno u otros obstáculos, viertan el mismo flujo de agua

A su vez, este sistema, con ciertas modificaciones, puede servir para evacuar los efluentes de los tambos, uno de los mayores problemas en lo que hace a contaminación."Se trata de un aparato que monta un mini cañón que permite tirar los efluentes. Estos son buenos como fertilizantes, pero debido a que son altamente concentrados pueden ser nocivos si se lo tira por ejemplo por un curso de agua. Si en cambio los mismos se riegan en el campo, por medio de esta tecnología, se transforman en una fuente de nutrientes, dado que poseen urea, potasio y materia orgánica", afirmó Contín.

El sistema, que lleva el nombre de Gi-Pot, es el mismo que en los aspersores para agua, con la diferencia que en el caso de los usados en los efluentes se pone un pequeño cañón que bombea los mismos directamente de la pileta de decantación de los tambos. Ambos sistemas, el primero dependiendo de los metros de caño y los aspersores conectados, no suele superar los US$ 1.000, más una bomba que ronda los US$ 700.

Aspersores móviles permiten regar los campos de forma + rápida. Foto: Archivo El País.

Nuevo tipo.

En los cultivos genéticamente modificados las nuevas tecnologías están jugando un importante papel. Hoy en día la casi totalidad de la producción de soja, que en esta zafra llegó al record de 1,3 millones de hectáreas plantadas, 47% más superficie que en la campaña anterior, es transgénica.

Pese a ello el bajo rendimiento, en relación a otros países de la región, es el mayor problema en esta oleaginosa. Ello podría cambiar a partir de la próxima zafra debido a la introducción de un nuevo tipo de soja genéticamente modificada.

La misma fue creada por la firma Monsanto y en la zafra 2013-2014 será comercializada no solo por esta empresa, sino por otras, a la cual ella venderá dicha tecnología.

Esta nueva variedad será "resistente a lagarta por un lado, y por otro otorgará rendimientos 10% mayores a los actuales", explicó Marcos Carrera de Monsanto.

Pero no solo en soja ha tenido un impacto positivo la aplicación de cultivos transgénicos. En maíz el 90% de lo que se planta es de este tipo, llegando al tope de lo permitido (el 10% restante debe ser convencional). "Las bondades del maíz genéticamente modificado se pueden ver, en los pisos de 2.000 o 3.000 kilos que se consiguen en condiciones muy adversas. Antes frente a esta adversidad la cosecha se perdía en su totalidad", indicó Carrera.

Esta situación seguramente mejore en la próxima campaña, ya que meses atrás fueron aprobados dos nuevos eventos de maíces genéticamente modificados (resistentes a lagartas, glifosato, y glifosinato de amonio).

Los mismos, por un tema de tiempos, casi no fueron utilizados en esta zafra, aunque se descuenta que serán usados en la próxima campaña .

El trigo transgénico daría nuevo impulso

El área de trigo en Uruguay está sufriendo una caída sostenida, debido a que su rentabilidad no se considera buena. Esto podría cambiar ya que en Argentina se desarrolló el primer trigo transgénico del mundo, el cual permitiría ingresos adicionales, de entre US$ 80 y US$ 150 por hectárea.

Si bien el mismo tardaría en llegar a utilizarse en Uruguay, debido a las regulaciones y demás exigencias, informó el gerente de la Cámara Uruguaya de Semillas (CUS), Daniel Bayce, de concretarse daría un nuevo impulso a este grano.

Fuente: Diario El País